LABERINTOS DEL ROSTRO

Regresa Fotográfica Bogotá

POR: BIANCA GAMBINO

¿Qué transmite la fotografía? Por definición la esencia en sí, lo real literal, afirmaba el semiólogo francés Roland Barthes. El objetivo de una imagen es transmitir, ahí radica el poder que se le ha dado al retrato porque se convierte en emisor de un mensaje, de un código, de un signo.

El arte de la fotografía que por su origen significa escrito o dibujado por la luz, obtiene una gran fuerza por la necesidad del hombre de plasmar la realidad a través de una nueva forma de ver el tiempo, no por medio de la expresión artística manual, como había sido hasta antes de este descubrimiento.

Desde este 3 de mayo y hasta el 15 de junio, Bogotá se transforma nuevamente en una inmensa galería fotográfica. Vuelve Fotográfica Bogotá, una iniciativa que utiliza los mejores espacios para el arte en la ciudad, sus calles, sus plazas, sus barrios. Con el nombre Laberintos del rostro, paisajes de la conciencia, este evento propone al retrato como protagonista de la exposición. El objetivo del Fotomuseo, entidad organizadora, es entregar a la gente lo mejor de la expresión fotográfica nacional y mundial.

El III Encuentro Internacional de Fotografía es un espacio de primer nivel que adquiere cada vez más importancia a nivel internacional. En esta ocasión el retrato será el gran tema. 74 exposiciones en sala, 8 exposiciones múltiples en las calles, 20 conferencias que hacen parte de los seminarios teóricos, talleres en universidades y un ciclo de cine hacen parte de esta muestra.

Podremos apreciar imágenes de fotógrafos como David Stewart, Nan Goldin, Robert Mappelthorpe y Tom Chambers, entre muchos otros.

Pero para que la fotografía sea el descubrimiento maravilloso que es, no es suficiente que ilustre la realidad. Es necesario captar aquel factor misterioso que se convierte en el valor inmaterial de una foto con lo cual se logra hacer más que simples retratos. Como decía un destacado fotógrafo francés del siglo XIX, conocido como Nadar: “para producir un parecido íntimo y no un retrato trivial, no el resultado de un simple azar, usted debe ponerse en comunión con esa persona, medir sus pensamientos y su carácter mismo”. Cuando empecemos a ver que nuestra ciudad se inunda de retratos, sabremos lo que está pasando.