martes, 17 de marzo de 2009

LA CUNA DE LA ORFEBRERÍA

Por: Elvira Patricia Mieles B.
Al hablar de orfebrería nos referimos al trabajo artístico que se realiza con metales preciosos, específicamente el oro y la plata. En Colombia las culturas precolombinas consideraban el oro como un metal sagrado, con éste engalanaban a los caciques y hacían ofrendas a los dioses. Con la llegada de los españoles estas costumbres se fueron perdiendo; pero en la memoria quedó el dominio del arte que se sumó a los nuevos diseños que traían los europeos.

Una población colombiana famosa por sus trabajos de filigrana es Mompox, ubicada en el departamento de Bolívar y reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, considerada cuna de la orfebrería colombiana y el principal centro orfebre del país.
La filigrana es un tejido con hilos muy finos que se entrelazan y forman distintas figuras. Se requiere de habilidad, paciencia y mucho ingenio e imaginación para desarrollar una pieza. Con esta técnica se elaboran aretes, anillos, pulseras y todo lo que el artesano se proponga, todo depende de su creatividad, sensibilidad y destreza manual. En Mompox, el trabajo de joyería se elaboraba con oro, pero en los últimos años debido a la escasez de este metal ha sido necesario reemplazarlo por plata. Cada maestro y cada taller tienen su estilo propio; pero los diseños más característicos son elementos de la naturaleza y figuras geométricas.

Actualmente, los joyeros momposinos conjugan la técnica de la filigrana con diseños de vanguardia, innovando y permitiendo que esta manifestación artística prevalezca en el tiempo.

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