Colombia se ha reconocido mundialmente por su gran diversidad cultural y por las múltiples fiestas que se realizan y febrero se ha convertido en el inicio de las más grandes celebraciones.
Las tribus indígenas conforman uno de los elementos más importantes de la cultura precolombina, y en algunos casos aún se mantienen todas aquellas tradiciones que la conquista no pudo arrebatarles.
Actualmente son dos las comunidades que buscan dar a los citadinos una lección de tolerancia, por un lado los Inga, provenientes del valle, y los Kamentzá cuyas raíces datan de los Incas, estos grupos indígenas dan inicio a una celebración digna en esta época de violencia e intolerancia.
Paralelo al Carnaval de Barranquilla, la comunidad Inga y los Kamentzá llevan a cabo la celebración del Carnaval del Perdón, una invitación que lleva a la búsqueda irremediable de la paz, y si bien no tiene 100 años de tradición como el de la Costa Caribe, desde el 2003 año en que se inició ha llevado un mensaje para algunos de mayor profundidad.
Esta conmemoración ha recogido varios mensajes de gran importancia como lo es el perdón en su más humilde expresión; sumado a esto bailes, comida, juegos, rituales y chicha, son algunas de las características típicas de esta celebración.
El Sanjuan es una de las actividades propias del Carnaval del Perdón que recoge las diferentes muestras tradicionales de la comunidad, este rito consiste en un gallo vivo atado a un árbol boca abajo; las personas brincando tratarán de tomar el pescuezo del animal y halarlo con la mayor fuerza posible hasta poder arrancarlo.
Para algunos podría ser una de los actos más sangrientos y crueles en medio de una festividad que busca la tolerancia, sin embargo estas tradiciones corresponden a una filosofía muy propia de esta pacífica comunidad.
El Festival que ha sido apoyado por
El Carnaval del Perdón culmina el mismo día en que inicia
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